viernes, 10 de marzo de 2023

Los TOP 25 lugares turísticos de Japón para visitar

 La tierra del sol naciente, la lejana y mística Japón, suma incontables lugares turísticos para todos los gustos.

Lo rico de este país —y no solo en términos económicos, pues es la tercera economía del mundo— es la diversidad. Historia, cultura, gastronomía, tecnología y compras: Japón está para todo y para todos.

Conozcamos juntos el top 25 de mejores lugares turísticos para visitar en la tierra de Mario Bross y Hello Kitty.

1. Monte Fuji

Volcán activo de 3776 metros de altura, el punto más alto del país. Está en el centro de Japón a 120 kilómetros de Tokio, su capital.

El nombre completo del monte es Fujisan: Fu, riqueza; Ji, samurái; San, montaña. Fue inicialmente un lugar de entrenamiento de estos guerreros del antiguo Japón; ahora es zona de bases militares a los pies de la montaña.

El personal turístico tiene excursiones para ascender a pie o en vehículo, pero estos solo llegan hasta la quinta estación, a 2300 metros de altura.

Aunque lo ideal es alcanzar lo más alto, si no lo haces (algo que ocurre con muchos turistas), igualmente podrás visitar santuarios durante el camino.

Visita y conquista el Monte Fuji de julio a agosto, temporada perfecta antes del invierno.

2. Tsumago

Tsumago es uno de los pueblos que conserva su esencia de la época. No verás cableado eléctrico en sitios públicos ni vehículos transitar por sus principales calles.

Durante la época Edo (1603-1868) fue sitio de parada obligatoria en la ruta de los caballeros y del comercio Kioto-Tokio, pero el fin de esta era y la modernidad acabó con su prosperidad, porque dejó de ser una ruta de a pie.

Pese a ello, su gente invirtió en la restauración de sus vías y casas de época, para ganar ahora un título de pueblo turístico con museos, calles empedradas y venta de artesanía.

Visitar Tsumago es lo más parecido a dar un viaje al pasado.

3. Santuario Fushimi Inari, en Kioto

Otro lugar emblemático es el Santuario Fushimi Inari, en Kioto, el cual está para rendir tributo a Inari, el dios del arroz.

Su rasgo más atractivo son sus miles de torii, el arco tradicional japonés que separa lo profano de lo sagrado. Suelen tener tonalidades rojas o bermellones.

Los torii son donados por comerciantes con sus nombres o el de sus negocios, para que Inari les conceda bonanza. El recorrido a través de estos supera los 4 kilómetros, por lo que debes llevar agua para hidratarte.

El santuario superó las 2 millones de visitas solo en 2017.

4. Isla Miyajima

A la Isla Itsukushima, mejor conocida como Isla Miyajima, solo se puede llegar navegando. Desde Hiroshima se toma un ferry que te dejará en este hermoso destino en escasos 20 minutos.

La vida en la isla gira en torno a Miyajima (isla de santuario) que tiene en su entrada un inmenso torii, convertido en un emblema para todo Japón. Es una de las imágenes que más se repite en las guías turísticas.

La particularidad del santuario es que está construido sobre el mar. Cuando el nivel del agua es bajo, puedes llegar caminado al gran torii y es solo desde allí que se aprecia su inmensidad. Cuando la marea es alta, parece estar flotando: un efecto sin comparación.

El santuario tiene pequeños edificios donde se realizan ceremonias. Algunos de ellos tienen pasillos que los comunican. Fuera de este, podrás disfrutar de un pequeño crucero que recorre la isla con todas las comodidades de una embarcación turística.

5. Jigokudani Monkey Park

El Jigokudani Monkey Park es el hogar de los famosos monos salvajes de Japón. Son particularmente especiales por quedarse durante el invierno y soportar sus bajas temperaturas.

Aunque puedes llevar a tus chicos, la ruta para llegar a la principal atracción del parque es de 1,6 kilómetros caminando, por lo que debes tomar medidas al respecto. En 40 minutos estarás frente a los entretenidos simios.

Jigokudani significa «valle del infierno», nombre por el vapor del agua hirviendo que burbujea en el suelo helado. Esta misma es usada por los monos cara roja para ducharse en un entorno frío por el invierno.

El parque está en la prefectura de Nagano al oeste de Tokio. Cuenta con guías turísticos y un precioso paisaje de bosque que hace del recorrido una experiencia maravillosa.

6. Shirakawa-go

La aldea Shirakawa-go es un lugar mágico dentro de Japón. No en vano la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad en 1995.

Rodeada de bellas montañas y con un río que la atraviesa por completo, es conocida por sus casas estilo gassho-zukuri, residencias de techo de paja construidas para soportar el peso de la nieve durante el intenso invierno.

Pasar unos días en este rincón de Japón al oeste de Tokio te permitirá desconectarte del típico ajetreo de la ciudad, mientras descansas y te relacionas con la naturaleza y la cultura de la aldea.

7. Kanazawa: Marsh of Gold

Kanazawa es una gran cuidad que, pese a su modernidad, conserva y exhibe a los turistas sus primeros rasgos, sus orígenes.

“Pantanos de oro”, como también es conocida esta urbe en la costa oeste de Japón, tiene para sus visitantes el Castillo de Kanazawa, fundado por el clan Maeda que estuvo en el poder por 14 generaciones.

También podrás conocer cómo vivían los samuráis en el barrio Nagamachi en los alrededores del castillo.

Su moderno museo de arte contemporáneo de paredes externas de cristal e instalaciones interactivas, te dará acceso a una de las mejores exhibiciones del país.

No puedes dejar Kanazawa sin visitar el templo Ninja, fantástico edificio de pasadizos y trampas explosivas: es divertido e interesante.

8. El estanque azul cerca de Hokkaido

El bellísimo estanque azul en las afueras de Furano, en Hokkaido, norte de Japón, es un lugar mágico.

Aunque parece natural, se trata de una presa construida para proteger a la comunidad de los flujos de lodo de un volcán cercano.

Su brillante azul no es directamente por el agua, sino el resultado de la combinación de los rayos del sol y los minerales de esta.

Algunos creen a primera vista que hay un bosque sumergido en él por las ramas y troncos que sobresalen, imagen popular en numerosas guías turísticas.

9. Castillo de Osaka

El Castillo de Osaka es un símbolo de poder e historia de la ciudad. Sus 2 hectáreas de áreas verdes sirven para pasear, practicar deportes, hacer ejercicios y relajarse lejos del ajetreo de la ciudad.

Construido en 1583 por el poderoso general Toyotomi Hideyoshi, fue demolido y rehecho después de varias guerras, hasta ganar un aspecto y características muy modernas.

La torre principal del castillo tiene 13 pisos. Dentro puedes encontrar museos, sala de convenciones y un espacio dedicado al “señor de la guerra”: Toyotomi Hideyoshi.

En las áreas que lo circundan hay casa de té, estadios y tiendas de recuerdos.

10. Cruce de Shibuya en Tokio

El cruce de Shibuya se suma a los sitios más populares de Japón, con un recorrido diario de 3 millones de personas.

El famoso cruce peatonal tiene un sistema de stop sincronizado en todas las direcciones, para que los vehículos se detengan y permitan el tránsito de hasta 3000 personas al mismo tiempo. ¡Un espectáculo digno de ver!

Este punto de Tokio es una zona comercial fundamental de la economía de la ciudad, con tiendas de marcas exclusivas del país y del mundo.

Sus noches son divinas a la vista por sus varias e inmensas pantallas de publicidad, que desde los edificios alumbran las 4 esquinas.

11. Arashiyama Bamboo Grove

Es difícil describir en palabras la belleza del bosque de bambú de Arashiyama, donde no solo los turistas, sino también los enamorados, papás, mamás y toda la familia caminan por senderos acompañados de centenares de esta planta nativa de la India.

El lugar es ideal para fotografías por el contraste de la luz natural y la maravilla de los árboles. Se ha convertido en otro de los destinos favoritos en Japón que no podía faltar en nuestra lista.

Una particularidad de este bosque es el ruido que producen los bambúes que se rozan entre sí. Se escucha de manera especial, tan especial, que el Gobierno incluyó el Arashiyama Bamboo Grove en su lista de “100 paisajes sonoros de Japón”.

12. Templo Gio-ji y jardines de musgo

El Templo de Gio-ji y sus jardines de musgo, en Tokio, a 3,6 kilómetros de Arashiyama Bammoo Grove, tienen… magia.

Aunque su templo ceremonial es sencillo y con techo de paja, lo que realmente asombra es su extenso jardín de musgo que te invita tomar una siesta sobre él, pero (por desgracia) no puedes hacerlo, mucho menos caminar sobre la capa vegetal.

Aunque el trayecto puede parecer largo, es un sitio asombroso para disfrutar lejos del ajetreo de los destinos concurridos.

13. Isla Okunoshima



La Isla Okunoshima, perteneciente a Hiroshima, es el hogar de miles de encantadores conejos que son la atracción principal del lugar. No por nada se le conoce como Isla Conejos.

Aunque lindos, el origen de estos mamíferos en la zona es terrible. Eran usados en las pruebas de la fábrica de gas mostaza instalada en la isla durante la Segunda Guerra Mundial.

Por suerte, los que ahora viven allí no son descendientes de aquellos, pues fueron aniquilados. Por razones obvias, no podrás llevar contigo a tu perro o gato.

En la isla también se construyó un museo sobre esta mortal fábrica con una exhibición dividida en dos. La primera parte refleja cómo era la edificación y las condiciones laborales. La segunda, el efecto perverso del gas en los humanos.

14. Gion, en Kioto

Gion, en Kioto, es el barrio de geishas más conocido de Japón, artistas tradicionales que ganan toda la atención de los turistas.

Estas damas son artistas que se forman desde la niñez para amenizar con categoría ciertas celebraciones. Son reconocidas por su vestimenta tradicional y su maquillaje blanco en el rostro.

Aunque el barrio se modernizó, sus casas de té y otras tradiciones se mantienen.

15. Monte Yoshino

Monte Yoshino, en la prefectura de Nara, es en sí un santuario del budismo y sintoísmo. Fue también hogar de la Corte Imperial de Japón.

Es descrito por los amantes de la naturaleza como un espectáculo incomparable. Se aprecian miles de cerezos que con su color rosa pálido se extienden por todo el área.

Este sitio de peregrinación —declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el renglón Sitios Sagrados— es punto de enlace con Monte Koya y Kumano Sanzan, que también forman parte de la ruta de procesión.

Lo que más atrae a los turistas son los más de 200 tipos de cerezos que empiezan a florecer en los primeros días de abril.

16. Jardín Shukkeien

El Jardín Shukkeien está ubicado en el corazón de Hiroshima desde hace más de 400 años. Pese a ser devastado por la Segunda Guerra Mundial y la bomba nuclear, volvió a prosperar.

Es un extenso jardín de profundo verde que tiene senderos que cruzan estanques, puentes y cascadas que te harán olvidar por momentos el mundo exterior. Hay mucha paz.

Dentro de esta belleza natural no puede faltar una elegante casa de té, fiel a las costumbres niponas. Cada sección del jardín representa una parte de Japón.

La guerra dejó cientos de muertos, cadáveres enterrados en este lugar a solo 2 kilómetros del Cenotafio Memorial de la Paz, el área donde cayó la bomba atómica de 1945.

17. Nara Park

Ciervos por todos lados: esto es lo que más verás en el Nara Park, en la prefectura del mismo nombre. Aunque normalmente son amistosos y puedes alimentarlos, lo mejor es que evites estar muy cerca, porque son animales salvajes.

El parque también suma templos y santuarios que representan la gloria de la ciudad durante cientos de años.

La imagen de los inmensos techos de los templos con puntas que sobresalen es quizás la más conocida de Nara. Los estanques adornan y ofrecen un aire de tranquilidad.

El budismo es la religión que se practica en estos santuarios que rinden tributo con impresionantes imágenes al alcance de los visitantes. El flujo de turistas es constante en el Nara Park.

18. Santuario de Kumano Nachi Taisha

Es uno de los templos y santuarios declarados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, por ser “lugares sagrados y rutas de peregrinación de la montañas de Kii”.

Está construido en la prefectura de Wakamaya junto a la cascada Nachi no taki, que con sus 133 metros de altura es una de las más altas de Japón.

Se acude a apreciar el culto sincrético que une al budismo, el sintoísmo y la admiración a la naturaleza.

El hermoso Santuario Nachi Taisha tiene pabellones exclusivos para rituales de un reducido grupo de sacerdotes.

Aun así, suma otros espacios de acceso para los turistas para admirar la estructura y las preciosas vistas del bosque de cedro, el océano y la cascada.

19. Templo de Okunoin y cementerio

El templo de Okunoin es el cementerio más grande de Japón con más de 200 000 tumbas. Está ubicado en el sagrado Monte Koya, en el sur de una de las ciudades más importantes: Osaka.

El camposanto data del año 819, cuando el monje Kukai eligió este sitio como el centro del budismo shingon. La leyenda dice que Kukai, llamado Kobo Daishi, nunca murió y sigue meditando con vida eterna en el Monte Konya.

En Okunoin reposan los cuerpos sin vida de personajes importantes de la historia de Japón, que quisieron permanecer en la eternidad junto a Kabo Daishi.

Es un centro de peregrinación con más de 120 templos y una universidad de religión de entre las más representativas del país.

No puedes perderte el templo de Okunoin en tu visita a tierras niponas.

20. Templo Sensoji, en Tokio

El principal y más importante templo de Tokio. No estarás solo, pues miles de personas te acompañarán en este sitio de consagración de Kannon, la deidad de la misericordia.

Para acceder al Templo Sensoji hay que pasar por un largo pasillo comercial de 250 metros. Tiene tres impresionantes puertas que te impulsarán al templo.

La primera y más sorprendente, Kaminarimon o de los truenos, tiene un inmenso farolillo de papel y las imágenes de los guardianes: Fujin, el dios del viento, y Rajin, el dios del trueno.

La segunda, Nakamise, guarda recuerdos y semejanzas de los luchadores de sumo.

La tercera, Nitenmon, tiene a dos deidades budistas para su protección.

La sala principal del complejo de templos de Sensoji suma más de 1000 metros cuadrados. Se supone que todavía está enterrada la estatua de Kannon que encontraron dos pescadores hace 1400 años y que propició la construcción del santuario.

21. Garganta de Oirase, en Aomori



La belleza natural de Garganta de Oirase la hace un lugar único en Japón. Es un largo río con 14 cascadas en su recorrido que le hace ganar un bello y casi inigualable paisaje.

Puedes seguir la ruta paralela al despeñadero. Está bien señalizada y no tiene caminos complicados. Desde allí también puedes valorar esta maravilla natural.

Su vegetación en otoño impacta por el color amarrillo parecido al oro.

Garganta de Oirase se encuentra en Aomori, en el norte de Honsh. Al final del sendero puedes tomar el autobús para el retorno, pero si te cansas en medio del camino, también podrás tomar una unidad con solo caminar unos metros hacia la carretera.

22. Volcán Aogashima

El volcán Aogashima pudiera ser uno de los lugares más curiosos donde habitan los seres humanos. Está ubicado en una isla a 358 kilómetros de Tokio y cuenta con 170 habitantes.

Se cree que su última erupción en 1780 acabó con la mitad de la población.

Aunque atractivo, visitar el volcán Aogashima no es fácil.

Se puede alcanzar en barco, pero sus yacimientos alrededor dificultan la navegación. Por aire es la vía más cómoda, pero solo hay un vuelo diario con capacidad para 9 personas en un helicóptero que, en ocasiones, no parte por condiciones atmosféricas.

Pese a todas estas adversidades para la visita de turistas, los lugareños construyeron restaurantes, pequeños hoteles y hasta rutas hacia el borde del cráter interior. Las aguas termales fluyen todo el año.

23. Castillo de Matsumoto

Es de los pocos que quedan en Japón tras las numerosas guerras en el país, por lo que conserva su esencia de hace 1600 años, cuando su construcción fue ordenada por Toyotomi Hideyoshi, uno de los más grandes guerreros japoneses.

Es conocido como “Castillo del Cuervo” por el color oscuro de las paredes, rodeado de una fosa que solo se supera a través de un puente.

En sus 6 pisos conserva museos de armas, espacios de muebles de época y, en lo más alto, un altar dedicado a la diosa de la “26° noche” que cuidaba al castillo de los ataques.

Situado a los pies de los Alpes Japoneses, la fortaleza está cercada por un hermoso jardín de cerezos que florece en primavera.

Se dice que desde la torre se puede ver la luna tres veces: en el cielo, reflejada en el agua y en un vaso de sake, una infusión típica a base de arroz. Es un lugar que debes incluir en tu ruta de visitas en el país asiático.

24. Templo Gotokuji, en Tokio

El templo budista situado en la zona de Setagaya, Tokio, es reconocido por ser artífice de la creación del gato más famoso de Japón que también ha traspasado fronteras: Maneki-neko.

El famoso amuleto de la suerte con el que se cree se gana prosperidad, es la figura de cerámica o plástico de un gato con la pata derecha levantada, que parece saludar o llamar a quien le está mirando.

Dice la leyenda que un señor feudal se refugiaba en un árbol durante una tormenta eléctrica, cuando vio en el templo a un gato que con la pata parecía invitarlo a pasar. Atendió al llamado y, a los pocos minutos, un rayo cayó sobre el árbol.

En gratitud, el hombre hizo donaciones al templo y cuando el gato murió se le rindió homenaje y se creó el primer Maneki-neko. A partir de ese momento no han parado las donaciones de réplicas de personas que buscan buena suerte y prosperidad.

El Templo Gotokuji es uno de los más sencillos de Tokio, pero en su interior casi no hay espacio para guardar un gato más. Además, tiene un cementerio y una sala de culto. ¿Quieres prosperidad? ¡No dejes de visitarlo!

25. Templo Kotokuin, en Kamakura

Una de las excursiones más comunes desde Tokio o Yokohama es el complejo de templos centenarios Kotokuin, en Kamamura, ruta que cada año suma más turistas.

Aunque estos santuarios son sumamente atractivos, el verdadero interés de los visitantes es el imponente buda de más de 13 metros de alto y 13 toneladas de peso, único en Japón con estas características al aire libre. Su origen data de los años 1200.

La estatua de bronce estaba inicialmente dentro de un templo, pero un tsunami arrasó con la estructura que lo cubría en el siglo XV, dejándola expuesta. Los visitantes pueden pasar a su interior y acceder a una cámara a la altura del abdomen.

Japón, tierra lejana pero alcanzable

Que Japón parezca un destino lejano no ha sido impedimento para que se haya convertido en una plaza muy solicitada por los turistas.

El país del sol naciente es una hermosa combinación de cultura milenaria con modernidad en todo su esplendor.

Los paisajes más exóticos y las costumbres ancestrales te llevarán en un viaje al pasado, sin olvidar la innovación y el desarrollo tecnológico que caracterizan a este país asiático.

Si tienes pensado vacacionar, no dudes elegir a Japón como destino. Será una rica experiencia aprender de una cultura diferente que se ha mantenido por miles de años.

 

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